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entrevistas y artículos por eduardo paz carlson

domingo, 29 de enero de 2012

ENCUENTRO CON LAMA OLE NYDAHL 8dic2011, Minas

https://youtu.be/BMgTsk4pe7M

CRÓNICA

Por Eduardo Paz Carlson, 8 de diciembre de 2011, Minas. Fotos por EPC

VERSIÓN ORIGINAL SIN EDITAR

Ruta 8, rumbo noreste. En la segunda entrada después de Villa Serrana se toma por una ruta de tierra bien cuidada. Las canteras de Ancap están cerca. Enormes camiones con acoplado circulan levantando espesas  polvaredas. Se llega a una bifurcación. La ruta se transforma en un pedregoso camino rural. A medida que se avanza, se va deteriorando el sendero. Empinadas subidas y bajadas, curvas cerradas. Cañadas. Montes nativos. Churrinches de pecho rojo encendido cruzan como rayos la carretera. Se ven liebres que escapan asustadas. Muy alto en el cielo, gigantescos buitres negros  sobrevuelan en círculos. Parecen flotar. El polvo se pega a la cara bajo el sol punzante y cegador  de la mañana. Faltan 30 Km para llegar al Centro de Retiros. Al volante está el uruguayo Eckart Dross (48), estudiante erudito del Camino del Diamante e “hijo del corazón” del Lama Ole Nydahl. Debido a lo agreste las sendas, el tramo que resta se recorre muy lentamente. Dross aprovecha para explicar, mientras maneja el jeep, nociones básicas del budismo. “Antes de encontrarte con el Lama, -que te está esperando en el Centro- es conveniente que sepas  que al practicar el budismo, te transformás en un ser muy responsable, sobre todo contigo mismo, porque entendés cómo funciona el mundo, porque sabés que tus experiencias y el mundo a tu alrededor es el resultado de lo que hacés, decís y pensás a cada momento y eso es lo que nosotros llamamos Karma. Esto te da dos cosas: por un lado, la gran libertad de elegir como querés que tu vida sea en el futuro y por otro lado, la responsabilidad de aceptar lo que está pasando en este momento que es el resultado de lo que hiciste y pensaste anteriormente. Si vos querés saber cómo fue tu vida anterior, fijate dónde estás viviendo ahora, y si querés saber cómo va a ser tu vida en el futuro, fijate en lo que estás haciendo ahora. A través de la gran herramienta del budismo que es la meditación,  podrás alcanzar una visión más completa de tu vida. Además para nosotros, en el Camino del Diamante, el Maestro es muy importante. Él encarna la realización personal que cada uno de nosotros quiere alcanzar. Pedimos “refugio” en su sabiduría para que nos guíe. Mucha gente no puede seguir este camino porque implica abandonar el ego y entregar la mente a tu maestro. Hay gente que sufre mucho y no le sirve.” Dross no fue siempre así de autoconsciente y disciplinado. De joven, fue “playboy” y “bon vivant”. Se dedicó a la fotografía, viajó por el mundo impulsado por una euforia incontenible, apasionado por todo lo bello. Su vida no tenía rumbo cierto. La filosofía y el sistema lógico de los budistas le atraían pero, al inquieto Eckart, le faltaba la concentración y la voluntad necesarias para profundizar en esos conocimientos milenarios. Un hecho traumático fue decisivo para que su vida cambiara para siempre: “Lo que me marcó mucho fue la muerte de mi hermano Mark. De golpe se me fueron las pavadas de la cabeza. En la vida nos preparamos para todo, menos para morir. Aunque te prepares para todo, todo es incierto porque nunca sabés lo que te puede llegar a suceder. Lo único cierto es la muerte. Para el budismo somos inmortales. La muerte totalmente inesperada de un ser querido te muestra brutalmente la impermanencia de la vida. En otras prácticas no se habla tanto de la muerte como nosotros. A través del budismo entendí real y profundamente lo que tiene que ver con la impermanencia y que en el fondo, todo es una proyección de nuestra mente, todo, hasta la muerte misma. Todo es sueño, la realidad no es la realidad. El budismo nos enseña lo que significa el vacío. Fijate que en estos días en Ginebra, en el Centro de investigación Nuclear (CERN) está por encontrar (o no) la famosa partícula de Dios o el “Higgs boson”. El budismo ya resolvió este problema con la meditación. Nosotros practicamos el “Phowa” que es “la muerte consciente”. El Lama Ole ya te explicará… ¿Ves esa loma  alta y bien gastada? Bueno… justo atrás está nuestro Centro.”  Una tropilla de caballos baja la ladera  de una loma cercana y cruza el camino relinchando y sacudiendo las crines. Las alas negras buitres destellan  en el cielo sin nubes.

Minuanos Desconfiados

Johnathan Gabriel Rodríguez Barrios
En una esquina de la arbolada plaza Libertad de la ciudad de Minas, Johnathan Gabriel Rodríguez Barrios, artesano palmerero, vende sus flores hechas de hojas tiernas que él cosecha de las palmeras de la zona. Viste colores rastafaris. Amplia sonrisa, muy simpático. Al preguntarle si conoce a los budistas  cerca de Villa Serrana, cavila unos instantes y luego da su opinión: “Richard Gere, todo el mundo sabe que es budista, lo encontraron acá en Tata comprando cosas para el Centro budista en Aguas Blancas. Es una inversión millonaria. Y el otro centro el que está más cerca de Molles de Aiguá, los del diamante o algo así…  ese también,  es para ricachones. Es muy fácil ser budista, amar a las flores y a todo y dedicarse a meditar cuando no tenés que preocuparte por pagar la cuenta de Ute o Antel. Ser” espiritual “con una cuenta de banco es muy fácil, hermano. Así, cualquiera. Los veo ir y venir en sus cuatro por cuatro o en los micros que alquilan. Es bueno pal turismo de acá pero no corresponde con el ideal budista, me parece, no sé… de pobreza y devoción. Esto es cosa de oligarcas con mucho tiempo de sobra.”  Preguntando a personas comunes que transitan por la ciudad se perciben similares sentimientos. Andrea, (moza): “Para mí generación todo eso es desconocido. No nos importa mucho. Sabemos que están por ahí pero nosotros no estamos ni ahí. Vienen al bar y preguntan, los vez,  son turistas.”  Correa y Bustamante, parroquianos de la parrilla El Palenque, no saben mucho del tema y confunden un centro con el otro. Bustamante destaca la belleza de la zona y recomiendan visitar “el baño de la India”. Según la leyenda, “en esa lagunita, se bañaba una india hermosa, de ahí el nombre. “ Correa, retirado policial, se siente incómodo cuando se le pregunta sobre los budistas: “Los templos budistas no me interesan, a menos que me llamen para trabajar.”

 Expectativa

Eckart Dross, 2012
Una vez en la cima de la loma grande se divisa al pie de la ladera el Centro de Retiros del Camino del Diamante. Sopla un viento tibio. Grillos. Los pájaros trinan por que se acerca el anochecer.  No se escuchan sonidos humanos. La vista se pierde en serranías luminosas. Mucha paz. Se murmura, se respira hondo. Los sentidos se encienden todos a la vez. Se está consciente del mundo y de uno mismo.  Dross apunta: “Camilo Portes, el recordado sufista y constructor de la Paloma, diseñó y levantó ladrillo a ladrillo este Centro. Son 2 casas y las instalaciones de agua (tanque australiano) y los generadores de electricidad. “A la pregunta de que si el Lama Ole es la reencarnación de un Lama importante, Dross aclara: “Es la reencarnación de alguien como todos nosotros pero, en su caso, el es la reencarnación de un soldado protector. El es reconocido en Tíbet como el protector de nuestro linaje (la línea de transmisión de las enseñanzas de Buda) que se remonta al año 800. Pero no perdamos más tiempo, quiero que conozcas a la gente y avisarle al Lama que llegaste.” Alrededor de la casa principal hay carpas. Están ubicadas a unos 100 metros a la redonda. Son carpas de muchos colores diferentes que, desde lejos parecen hongos enormes. Al bajar del jeep enseguida se siente la excitación que embarga a los practicantes del Centro. La mayoría son extranjeros (principalmente del norte de Europa y Argentina). Van y vienen. Llevan bancos, mueven cosas, decoran, limpian las instalaciones, ajustan detalles de último momento. Es como si algo muy importante estuviese a punto de suceder o como si estuviesen preparando una fiesta. Todos sonríen. Son muy amables. Saludan alegres. Hay mujeres muy jóvenes y otras no tanto. Hay madres con sus hijos. Hay hombres de diferentes edades. Se están reuniendo en la  carpa blanca para eventos. Es el comedor comunitario. Al ver a Dross con el visitante, se aproximan varios practicantes con una actitud infantil y divertida para ver “al Periodista”.  Nicolás Alé, estudiante del Lama Ole, explica lo que ocurrirá en los siguientes 3 días en el Centro: “Son las 19:30hrs y vamos a comer. Comemos todos juntos. El curso que Lama Ole va a dictar empieza mañana. Tenemos 3 sesiones por día: una con maestros viajeros (estudiantes de Ole que él envía alrededor del mundo para dar enseñanzas) y 2 sesiones más con Ole. En el medio, desayunamos a la mañana acá, luego 3 horas de sesión, cortamos 2 horas para almorzar, luego 3 horas más de enseñanza, cortamos 2 horas para cenar y tenemos otra sesión de 3 horas. Somos 150 personas. Ole come con nosotros. En nuestro camino chequeamos al Maestro, vemos como actúa, tenemos que estar seguros porque uno no puede entregar su mente a cualquier persona, el Maestro deber ser realmente una persona honesta y autentica. Tu mente, se la estás confiando a alguien que te va a dar instrucciones de cómo aprender a reconocerlo. Uno mira cómo actúa el Maestro. Nosotros viajamos con él y lo vemos actuar y hablar y es importante que haga lo que dice hacer, que sea un verdadero Maestro. Tiene que mostrar las cualidades que nosotros queremos desarrollar: ausencia de miedo, compasión activa (que busque la felicidad en todos los seres) y gozo (que se note que es una persona feliz). Nos enseña con el ejemplo. Para nosotros la verdad más alta es el más alto gozo: cuánto más cerca estés de la verdad, más feliz serás. Es una experiencia personal.” En la casa principal hay un comedor donde el equipo de ayudantes personales (4 mujeres y 2 hombres) del Lama Ole están trabajando en silencio con sus laptops. Las paredes blancas sin adornos, ni espejos ni  flores. En la cocina, 5 mujeres preparan la cena. No hay música.  La gente habla muy bajito. Dross baja las escaleras y avisa que el Lama está pronto para la entrevista.

El Encuentro

Lama Ole Nydahl, 2012        foto Eckart Dross
Lama Ole abre los brazos para saludar con un fuerte abrazo. No es un hombre alto. Es atlético. Viste una remera negra ceñida  y shorts militares y calzado Nike ultima moda. Pelo cortado casi al ras, estilo militar. Tiene el rostro y la voz de un hombre de 70 años pero el cuerpo de uno de 35 a lo sumo. Mirada de águila. En la muñeca izquierda, cintas de bendiciones y un gran reloj deportivo. En la habitación: una cama de 2 plazas y 2 sillas, nada más. La única imagen: un retrato del 17° Karmapa. Lama Ole elije sentarse de espaldas al ventanal. Las serranías bañadas por el sol poniente parecen nacer de sus hombros. Ha dedicado toda su vida a explorar la mente. “En los 60tas fui hippie, consumí drogas psicodélicas. Nunca usé el pelo largo pero fui hippie. Mi interés por la drogas se debía a que yo trataba de explorar los límites de la mente, de entenderlos. Fui el primero en traer el budismo a Europa, en la década de 1960. La mente tiene 2 aspectos: uno es que la mente absoluta está viendo a través de nuestros ojos y escuchando por nuestros oídos ahora mismo. No tiene peso, ni forma, ni color, ni tamaño y está más allá del tiempo, es siempre y en todas partes. Siempre está ahí. Pero la mente relativa, la que nosotros experimentamos normalmente, las corrientes de pensamientos y sentimientos, eso es otra cosa. La mente recibe impresiones y cuando morimos, estas impresiones surgen del inconsciente y nos dan nueva vida. La mente relativa va y viene. En este momento, nuestras mentes forman parte de un océano. En cada persona que está en esta habitación hay una corriente diferente de ese único océano. Esencialmente somos el mismo océano.”  Lama Ole habla pausadamente y en voz baja. Está extremadamente atento a todo lo que sucede en la habitación. Su poder de concentración es contagioso.  Irradia carisma y confianza. Una muchacha de 30 años es su acompañante, la favorita. Está presente durante toda la entrevista, toma notas pero no dice ni una palabra. Tomek, su fiel asistente polaco y amigo de toda la vida cuenta una anécdota que ilustra el carácter del Lama: “Durante la revolución de Solidaridad, en los astilleros de Gdansk, Ole y yo estuvimos ahí. Habíamos inaugurado hacía poco tiempo un centro cerquita del lugar y un día nos vimos atrapados en medio de una multitudinaria manifestación. Ole se subió a un muro y comenzó a hablarle a la masa  de protestantes. Al rato, estaban todos ovacionándolo, incluso los policías… ¡eso sí fue un milagro!”  Risas. Sin dudas este no es un Lama común y corriente. Ama la velocidad y los riesgos: “El paracaidismo me sirve para explorar mis limites. La caída libre es como meditar. También el “Bungee Jumping” me ayuda a probar de lo que soy capaz. Lo hago cada vez que puedo. Corro 10kms cuando tengo tiempo y ni me entreno. No me canso. No hago gimnasia. Pienso mi cuerpo: hombros amplios, cintura chica, brazos musculosos, etcétera… y así soy. Tu cuerpo es el reflejo de tu mente. De joven hice boxeo y tuve buenas peleas callejeras. Me partieron la nariz varias veces. No tengo problema con pelear… me sé defender. ” Sin hacer un sonido, 2 muchachas traen té y miel. El Lama les agradece con palmaditas y cosquillas. Ahora parece un abuelito. No le teme a la muerte. “Si quiero, me puedo morir cuando yo decida. Cuando uno muere es conveniente que le practiquen a uno el “Phowa”. Cuando uno muere, la entidad que está diseminada en todo el cuerpo se empieza reunir en el centro magnético del cuerpo. Primero perdemos control de los sólidos, luego el control de los fluidos, la boca y la nariz gotean, luego perdemos control del calor, empezamos a tener frío desde la extremidades, luego perdemos control de la respiración, esta se vuelve corta y  en un determinado momento exhalamos muy rápido 3 veces y la tercera vez no inhalamos y eso es lo que llaman muerte. Pero no es una muerte verdadera porque aún estamos conscientes. En los siguientes 30 minutos, algo suceden en nuestro sistema interno y una luz blanca se dispara de la cima de nuestra cabeza. Esa luz es la entidad blanca que viene del esperma de nuestro padre. Esto se mueve hacia abajo por 15 minutos hasta el centro del pecho al nivel del corazón y escuchamos un sonido “Haaam” (fonética inglesa) y experimentamos una clarísima luz  como de luna llena y recordamos un montón de cosas, familia, amigos, etc. Y los sentimientos provenientes de la cólera desaparecen mientras baja la luz hasta este punto en el centro del pecho, entonces, una energía roja, que vino del óvulo de nuestra madre empieza a moverse hacia arriba y cuando a los 15 minutos sale del cuerpo escuchamos el sonido”Aaah”  y los sentimientos  de deseo se convierten en una alegría muy fuerte, inmensa. Y cuando se juntan estas 2 energías, alrededor de 30 minutos luego de la muerte, toda nuestra capacidad, todo nuestro poder simplemente despierta (exclama el sonido “Tsh”) y vemos una inmensa y clara luz. Si podemos aferrarnos a esa luz podemos convertirnos en seres sin límites: podemos ir a cualquier parte, a cualquier mundo, a beneficiar seres y hacer cosas. Pero si no podemos aferrarnos a esta luz, perdemos la consciencia y después, en menos de 3 días nos despertamos de vuelta. Volvemos a la vida temporalmente. Siempre es 68 horas después.”Mi madre vino a mí así después de morir, transparente. Luego le dije “debes partir ahora” y la envíe a una tierra pura, a un paraíso budista. El mandarla a ese lugar es dar el Phowa. Lo he dado a miles de personas.” La luna casi llena se escapa de unas nubes. Lama Ole ofrece té a los presentes. Nadie dice una palabra. La miel se disuelve en el agua caliente.  Han pasado apenas 15 minutos de entrevista pero parecen 15 días. Lama Ole corta el silencio de golpe: “Oh qué bella luna, miren, qué belleza… ¡oh!”  Está sonriente. Dross saca fotografías de su querido Maestro. La charla continúa sobre diversos temas filosófico- religiosos hasta que Lama Ole hace una aseveración: “Buda era rubio y de ojos celestes. Provenía de una tribu de ucranianos que migraron hasta el norte de la India, está documentado. Pero esto no importa en realidad ya que cada uno lo puede imaginar como quiera. Nosotros no somos como los musulmanes que asesinan  a los que piensan diferentes. El islam es una religión criminal. Mahoma fue peor que Hitler, Stalin y Mao juntos. A los musulmanes habría que pagarles para que dejen de tener hijos. La esperanza es que el Islam se autodestruya porque es como un dinosaurio, es incapaz de adaptarse. Si me quieren cortar la cabeza, que vengan, aquí los espero.  En el Islam ser bueno es ser débil. Ellos solo respetan al que los golpea.” Luego de una hora y media de entrevista, Lama Ole invita a todos a cenar. Después de los postres, reaparecen las laptops sobre la mesa del comedor. Bloomberg  y la página de la Tōkyō Shōken Torihikijo, (la Bolsa de Tokio) son las páginas más visitadas.

La Tarántula

La noche fue muy estrellada, fresca y con muchas luciérnagas. Los practicantes ofrecieron una fiesta después de la sesión de enseñanzas de los Maestros viajeros que hablaron de la vida y obra del Lama Ole.  A la mañana siguiente, volviendo por los caminos polvorientos de las sierras, un estudiante del Lama explica: “Sí,  Ole tiene varias novias. La que viste con él es la favorita. Lo que pasa es que un ser totalmente realizado como él, está más allá de cualquier asunto que involucre al ego. Para él lo importante es el gozo de hacer el bien a los demás.  Para nosotros lo máximo es ser como Ole. Algunos intentaron aplicar esto a sus vidas pero el tema de los celos de sus parejas siempre aparece. A mí me gusta la idea pero a mi novia no, por eso no lo practico. Supongo que para hacerlo hay que ser un ser muy realizado como Ole. Como te decía ayer, para nosotros lo más importante es llegar a ser como el Lama Ole, pero claro, eso solo se alcanza con años de meditación y disciplina. Esto es como una gran  familia. Nos queremos mucho y es como que nos conociéramos de antes. Somos elitistas porque para practicar este camino budista tenés que tener cierto nivel  de formación. De afuera puede parecer una secta pero no lo somos.”  En ese momento, una tarántula enorme cruza parsimoniosamente la ruta. El chofer frena y el coche se detiene. La tarántula queda envuelta por una nube de polvo y también se detiene un instante. Tantea el aire con las patas delanteras, se diría que nos percibe. Luego emprende el cruce nuevamente.  “Amamos toda forma de vida, los budistas. Quién sabe la reencarnación de quién es esa tarántula… Un ser realizado como Lama Ole hace una promesa formal de volver al mundo para ayudar a todos los seres. Lo hace, no por amor o apego a su propia existencia o vida física, lo hace para volver a reconfortar y a ayudar a los demás para que se acerquen la gozo y a la iluminación. Esa es nuestra promesa…”  
Quedan 30 Km hasta Minas.

Centro de Retiros





VEA EL VIDEO https://youtu.be/BMgTsk4pe7M

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